Brindo por los ancestros -dijo la sacerdotisa alzando la copa y vertiendo su contenido sobre la tierra al desnudo –Nosotros somos ellos. Ellos son nosotros. ¿Somos aquellos que fueron? ¿Quiénes fueron ellos? ¿Quiénes somos nosotros? ¿Qué parte de nuestros ancestros queda en nosotros?
The Ancient Ones
Parte de este artículo está inspirado en la carta «The Ancient Ones«, del oráculo «Mystical Shaman Oracle«. The Ancient Ones, nuestros ancestros, aquellos que nos precedieron y a los que les debemos la vida. Aquellos de los que heredamos nuestros genes, pero también algo más. Nuestros ancestros, aquellos que aprendieron a hacer las cosas de una determinada manera y trasladaron sus patrones a los que vinieron detrás. Nuestros ancestros, a los que les debemos lo que somos pero quizás también lo que no hemos llegado a ser. Aquellos de los que hemos aprendido pero también de los que hemos podido heredar rigidez.
Las luces
La invitación, como lo llaman en el oráculo. No asociemos las luces a lo bueno y las sombras a lo malo. No hacer uso de estas palabras en el oráculo ha sido una gran elección. Pero creo que debemos empezar a abrir nuestra mente y dejar atrás estos patrones anticuados, comprendiendo que ni la sombra es mala, ni la las luces son lo adecuado.
Nuestros ancestros pasaron por la Tierra antes de nosotros. Aprendieron, batallaron cada cual en las circunstancias de su tiempo, y trasladaron su conocimiento y sabiduría a generaciones posteriores. Sin el trabajo de nuestros ancestros seríamos un animal más sobre el planeta. Nuestros ancestros aprendieron oficios, descubrieron el Universo y entendieron como funcionaban las cosas. Nuestros ancestros conectaron con la Tierra al principio y poco a poco fueron conectando con su Ego. Nuestros ancestros más cercanos pensaron que el bienestar era el camino y se fueron acomodando en camas mullidas aisladas del exterior tras gruesos muros de hormigón. Nuestros ancestros inmediatos, y probablemente nosotros mismos, pensaron que era mucho más cómodo ir a comprar con las manos vacías y volver con todo bien empaquetado en bolsitas de plástico.
Nuestros ancestros lo han hecho todo lo mejor que lo han sabido hacer y a ellos les debemos lo que somos ahora. Aceptemos la sabiduría de nuestros ancestros, todo es perfecto. Si ellos han hecho algo mal y somos conscientes de ellos, tenemos una gran oportunidad para corregirlo en el presente, pues de no haberlo hecho ellos nos habríamos equivocado nosotros. Si ellos han hecho algo bien, repitámoslo sin dudar.
Las sombras
La medicina según el oráculo. Nuestros ancestros tuvieron miedo y personalidad. Ellos mataron cuando fue necesario, pero también cuando no lo fue. Nuestros ancestros trasladaron a las siguientes generaciones de forma inconsciente. ¿El qué? Trasladaron formas de educar, miedos, frustraciones, sueños rotos, creencias y patrones. Trasladaron rabia, trasladaron maltrato, gritos y dolor. Pero también trasladaron amor y cariño, seguridad y protección. Trasladaron enseñanzas y vidas casi iluminadas en algunos casos.
¿Qué te pasa? ¿Hay algo que te preocupe, algo que te duela o algo que te frustre? ¿Le has preguntado a tus ancestros de dónde viene eso? ¿Has mirado hacia atrás para descubrir lo que has heredado de ellos? Da igual que estén vivos o muertos, ellos tienen la respuesta a esas preguntas.
Nuestros ancestros más cercanos han configurado nuestros principales rasgos desde niños. ¿No sabes por qué caes en determinados automatismos o repeticiones en tu vida? Busca en la sombra de tus ancestros.
Nosotros somos ellos
Ellos siguen presentes entre nosotros. Su cuerpo físico ha sido transformado en otra cosa al marchar. La Tierra es un ciclo perfecto en el que algunos animales comen otros animales, que a su vez comen plantas. Estos cuando mueren alimentan el suelo de donde volverá a a parecer un vegetal, empezando de nuevo el ciclo. Por lo tanto en algún lugar, sea donde sea, sigue estando su cuerpo físico alimentando al planeta.
Pero a su vez hemos heredado sus genes y sus asuntos familiares, aquellos asuntos no resueltos de los que hablábamos. Nuestros ancestros siguen residiendo aquí, en nosotros. Seguimos ocupándonos de esos asuntos pendientes, que a su vez trasladaremos a nuestros hijos para que sigan con dicha labor. Las cadenas familiares permanecerán vigentes e irán cambiando en una evolución perfecta en la que todo es como debe ser.
Brindad por vuestros ancestros, pues ellos son nosotros y nosotros somos ellos.