Gobierno tras gobierno se han ido sucediendo las chapuzas en la gestión de nuestro sistema eléctrico hasta llevarnos a nuestra situación actual: tenemos una de las facturas eléctricas más caras de Europa repleta de tasas, impuestos y primas. Y lo peor de todo es que en lugar de intentar normalizar la situación, se ha optado por ir contra natura y seguir contentando a las grandes compañías eléctricas. El último disparate es el conocido como Impuesto al sol. En el país más soleado de Europa preferimos seguir comprando energía a otros países y seguir quemando petróleo antes que potenciar una tecnología que nos proporcionaría energía económica y sin emisiones.
El impuesto al sol
El conocido como Impuesto al sol (o cargo por energía autoconsumida) es un impuesto que se aplica al autoconsumo de energía solar. Según argumentan, el objetivo es que todo usuario de la red eléctrica debe hacer frente a los costes derivados del transporte de la energía a los hogares. Por lo tanto, los usuarios con placas solares que consumen energía de la red eléctrica (red de respaldo) en las horas en que no hay sol, también deben hacerse cargo de esos gastos.
Si nos limitamos a esta argumentación hasta parece lógico, ¿verdad? Todo el que se engancha a la red eléctrica debe pagar sus costes de mantenimiento y distribución. Sin embargo, hay algunos puntos en los que no están de acuerdo los defensores del autoconsumo eléctrico y por los que están alzando la voz:
- Si se consume más potencia que la contratada por la compañía se paga el recargo por energía autoconsumida de la diferencia, lo que penaliza las instalaciones con batería pensadas para acumular energía en horas valle que se usa en horas punta.
- No se recibe un descuento por la energía que el autoconsumidor devuelve a la red, el conocido balance neto. En la mayoría de los casos, el 70% de la energía producida por las placas solares es volcada a la red porque las placas producen cuando hay sol, que suele coincidir con el momento en que el usuario está en el trabajo y no en casa. De esa energía producida y volcada a la red se benefician las eléctricas ya que hacen uso de ella y la venden, pero el productor de la misma no recibirá a cambio de forma gratuita parte de esos kWh de la red de respaldo cuando los necesite por la noche.
Es decir, en un país en el que abunda el sol estamos cambiando la legislación para penalizar y dificultar el desarrollo del autoconsumo. Ahora que la tecnología empieza a acercarnos a la realidad de poder disponer de energía 100% renovable, llega el gobierno español para tratar de frenar esa evolución tecnológica con legislación y de nuevo llevarnos a la cola de una revolución que llegará tarde o temprano a todo el mundo, incluido nuestro país. En otros países se le devuelve al consumidor parte de los kWh generados por sus sistemas de producción.
¿Qué intereses tienen los políticos en favorecer a las eléctricas en lugar de promover el autoconsumo? Bueno, no es necesario contestar a estar pregunta, ¿verdad? Basta con ver quiénes se hayan entre consejeros y altos cargos de las principales eléctricas. Argumentan además que necesitamos de grandes empresas nacionales con un buen empuje económico que nos permitan competir en el mercado mundial de la energía cuando en realidad los que se van a llevar el gato al agua van a ser las empresas como Tesla con sus baterías o la española Vortex Bladeless que han trabajado e investigado en energías renovables, las únicas con futuro.
Las grandes eléctricas están apoltronadas en un sistema energético desfasado. Para ellas es mucho más sencillo ampliar plazos de nucleares y seguir sacando rendimiento de la combustión fósil que invertir en renovables.
Desobediencia
No podemos esperar nada de nuestro gobernantes, es decir, el poder corrompe y la industria sabe cómo sobornar a estas personas. Por lo tanto, la única solución que nos queda a los ciudadanos es quitarle la soberanía a los gobernantes de todo lo que nos sea posible, empezando por lo más sensible: alimentación, energía, educación… Por todos nosotros no puede decidir una persona que ha sido comprada.
En cuanto a la energía, hay formas de dar un toque de atención. Está claro que una persona que viva en una casa unifamiliar lo tendrá más sencillo y podrá hacer más cosas para llegar a consumir energía 100% renovable que un vecino de una urbanización, pero para éste último tampoco va a ser imposible.
Cambia de comercializadora
Este es el paso más fácil y rápido. Para empezar, dejemos de pagar nuestro recibo eléctrico a las grandes, que además de controlar el mercado eléctrico no potencian las renovables. Tenemos la opción de contratar nuestro suministro eléctrico con una comercializadora de energía 100% renovable.
Nosotros hemos contratado nuestro suministro eléctrico con Som Energia. Som Energia te garantiza que tu suministro eléctrico procede de fuentes renovables. Para ello Som Energia hace uso de instalaciones eléctricas propias que cubren el consumo de parte de sus asociados y la parte restante la compran en el mercado energético únicamente a suministradores de electricidad procedente de renovables, como por ejemplo Ecooo. El precio de la energía es prácticamente el mismo que con una comercializadora tradicional.
Con este cambio estamos aumentando la demanda de energía renovable. Imagina lo que pasaría si todos los españoles solicitáramos explícitamente que nuestra energía procediera de fuentes renovables.
Un paso más allá
Existen varias iniciativas que te permiten dar un paso más. La mayoría de ellas pasan por invertir en plantas solares comunitarias. Ecooo ha iniciado varios proyectos de este estilo. Eliges la cantidad a invertir en la central y obtienes una rentabilidad procedente de los beneficios generados, además de estar participando en un proyecto ético. También disponen de depósitos parecidos a los bancarios que ofrecen una rentabilidad más alta que éstos.
Desobediencia solar es una iniciativa también de Ecooo con otras organizaciones como EQUO, Amigos de la Tierra, ICV… en las que desde una aportación de mínimo 100€ se puede invertir en diferentes plantas solares. Progresivamente se va obteniendo una rentabilidad a lo largo de los 30 años que está en activo la planta, que permitirá recuperar la inversión en unos 13 años y a continuación obtener beneficios.
Hay otras iniciativas parecidas, como la de Generation kWh de Som Energia en las que también se puede invertir un mínimo de 100€ en proyectos de generación procedente de renovables. Esta iniciativa garantiza el retorno de la inversión a lo largo de 25 años que dura el proyecto y tiene como ventaja la obtención de una cantidad de energía a precio de coste proporcional a las acciones de que se dispongan.
El primer paso es la concienciación
De poco sirve preocuparse por obtener energías renovables si somos irresponsables con nuestro consumo eléctrico. Hay que ser coherente y empezar por cambiar nuestros hábitos. Encender solamente las luces necesarias, apagar el televisor si no se está viendo, desenchufar los aparatos que no se usen en lugar de dejarlos en stand-by, desenchufar cargadores de móviles u otros electrodomésticos cuando no se les esté dando uso… El primer paso en nuestro camino hacia convertirnos en consumidor verde está en hacerlo con responsabilidad.
En los últimos tiempos muchas personas (y empresas) también se están animando a hacer un estudio de sus hábitos de consumo e instalación eléctrica. Un técnico especializado evalúa el estado de nuestra instalación y nos indicará qué podemos hacer para reducir nuestro consumo eléctrico. Por ejemplo reemplazar bombillas, fluorescentes y sus cebadores, desconexión total del A/C en invierno, cambio de electrodomésticos… nos evaluarán qué medidas tomar y en qué invertir para conseguir reducir nuestra factura eléctrica y a la larga obtener un ahorro.
Resumiendo
Ha llegado el momento de que se nos dejar de tratar como a tontos que hacen las cosas sin pensar. Si un legislador sin escrúpulos trabaja para la industria en lugar de hacerlo para el ciudadano, hay que darle la espalda. Tenemos en nuestra mano las herramientas y la información para poder hacerlo. Empecemos por cambiar nuestra factura eléctrica y dar beneficios a las organizaciones que de forma responsable promueven el consumo procedente de renovables, en su mayoría organizaciones nacidas de iniciativas ciudadanas. A continuación demos un paso más allá, invirtiendo en plantas solares y revisando nuestros hábitos de consumo.
Y no olvidemos que transitoriamente, para contratos de menos de 10kW (la mayoría de las viviendas) no se pagaría peaje por la energía autoconsumida. Osea que actualmente la gente que tiene autoconsumo en sus casas sigue ahorrando lo mismo que hasta ahora (en torno a un 20-25%). Y si alguien quiere hacerlo ahora ahorraría también lo mismo.
Nuestro objetivo está bien claro: consumo eléctrico 100% renovable y cero emisiones.
Imagen de portada: Foto @pink_dispatcher, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0
1 comentario
Que gran verdad. Gracias por tus articulos, por fin escucho a alguien decir las cosas por su nombre.