Las primeras lluvias y la discreta bajada de temperaturas de estos días, ha hecho aflorar ya a las primeras setas y con ellas a los amantes de lo micológico. El inicio de temporada se ha hecho esperar más que otros años pero ha llegado con fuerza. Nos bastó un breve paseo por el bosque el fin de semana pasado para encontrarnos a buscadores de setas cada pocos pasos. El otoño viene acompañado de muchos productos, pero sin duda, las setas son la estrella de esta estación.
¿Pero qué son exactamente las setas?
A veces llamamos hongos a las setas sin saber muy bien que son cosas diferentes. El hongo es un organismo que suele estar bajo el suelo y que crece bajo determinadas condiciones y en lugares concretos. Cuando las temperaturas empiezan a bajar y aumenta la humedad, el hongo se estresa y percibiendo que va a morir, inicia su mecanismo de reproducción dando lugar a las setas, que generarán esporas para que vuelva a nacer un nuevo hongo. Por lo tanto la seta es el órgano reproductor del hongo y espero que esta información que acabas de conocer no influya en tu consumo de las mismas.
El característico sombrero de las setas les sirve para proteger las esporas caídas de las inclemencias del tiempo.
La moda de las setas
Aunque hace mucho que se comen setas, el salir al monte a buscarlas es una moda de no hace tanto tiempo. Yo recuerdo perfectamente siendo pequeño como, en Cataluña, los buscadores de setas andaban detrás del famoso níscalo (el rovelló) hasta el punto de acercarse a otras comunidades a buscarlos, como por ejemplo Huesca. Pero es que en otros sitios, como en Andalucía, no se les hacía prácticamente ni caso. Todo esto ha cambiado y ahora es fácil encontrar a mucha gente en cualquier rincón del país rastreando setas.
Las modas muchas veces conllevan perjuicios y eso lo que está sucediendo con las setas. Muchas personas salen a buscarlas, moviéndose por un ecosistema que es especialmente sensible, saliendo del sendero marcado y a veces sin tener los conocimientos adecuados. Ello, como en muchas otras actividades relacionadas con la montaña y la naturaleza, tiene un fuerte impacto en nuestros espacios naturales.
Hasta tal punto está llegando la cosa que en muchas comunidades autónomas solamente está permitida la recogida de setas si se dispone de una licencia previo pago. Probablemente los recolectores de setas de toda la vida no les haga ni pizca de gracia tener que pagar por ello, pero aunque puede ser una medida recaudatoria más, al menos servirá para intentar regular la cantidad de gente y kilos por persona que se recogen.
¿Dónde podemos encontrar setas?
La gran pregunta que todo buscador de setas se hace. Bueno, nosotros no somos expertos en el tema y no podemos arrojar mucha luz al respecto. Ni podemos ni queremos hacerlo ya que cada buen rincón de setas suele ser un secreto bien guardado. En cualquier caso, en nuestro país tenemos la suerte de que se pueden encontrar setas en muchísimos sitios. Generalmente los sitios más propicios suelen ser bosques y zonas de montaña con mucha vegetación. En encinares, hayedos y pinares es habitual encontrar, así como entre helechos y zarzas.
¿Cómo recoger setas?
La recogida de setas es una actividad de montaña en sí misma por lo que deberás ir preparado con la indumentaria de montaña adecuada. Esto es ropa de abrigo, botas de montaña, guantes, gorro… todo lo que podrías necesitar para salir al monte, sin olvidar que estas zonas suelen ser más frías.
Además de una indumentaria correcta necesitarás una cesta de mimbre y una navaja. La cesta de mimbre es indispensable y no vale una bolsa de plástico ni nada por el estilo porque puedes estropear las setas al no dejarlas transpirar. Además la cesta de mimbre facilita que según camines y la balancees con las setas dentro, éstas vayan liberando esporas, facilitando su reproducción.
La seta debe ser cortada por el pie lo más abajo posible pero sin tocar el suelo. No debemos estropear el terreno en dónde ha crecido, recordemos que debajo de ella se encuentra el hongo del que ha salido. Por ese mismo motivo tampoco debemos arrancarla ni tirar de ella ya que dañaríamos el hongo y dificultaríamos la aparición de nuevas setas.
Conservar las setas
La jornada de setas no termina en el bosque, hay que limpiar las setas y poner en conserva las que no vayamos a consumir inmediatamente. Las setas se estropean con facilidad (no duran más de un par de días) así que no demoréis estos trabajos. Las setas se conservan estupendamente congeladas. Basta con limpiarlas y cortarlas a trocitos. Si lo deseas las puedes escaldar antes de congelar. También se pueden confitar o escabechar para guardarlas en botes de conserva al vacío.
Para terminar, unos consejos
Para finalizar, dejarnos que os demos algunas recomendaciones, aunque puede que nos repitamos un poco:
- En primer lugar, tratar con respeto el ecosistema en que se encuentran. Es muy fácil dejarse llevar por la emoción cuando se están encontrando setas pero no te olvides de que te has salido del sendero y que estás pisando vegetación e incluso puede ser que estés pisando un árbol que está creciendo. Así que ten mucho cuidado con lo que pisas y trata de hacer el menor daño posible.
- En segundo lugar, respeta los hongos. Recoge la seta con cuidado y deja el hongo intacto para que siga dando setas.
- Ahora ya sí, en tercer lugar vigila por ti mismo. Es algo que doy por sentado, pero no cojas setas que no conoces a la perfección ni te arriesgues si tienes dudas. Sabes de sobra que hay muchas setas venenosas que pueden acabar con tu vida.
- No recojas más setas de las que vayas a aprovechar. Si no te apetece congelarlas y vas a comer pocas, no te lleves más de la cuenta, dejarás a otras personas sin su parte de setas y dificultarás la reproducción del hongo en balde.
- Llévate un GPS. Te puede parecer una tontería pero es muy fácil despistarse con la emoción y terminar sin saber hacia dónde está el camino. Con un GPS no tendréis problemas para recuperarlo ni para saber en qué zonas habéis estado ya. Además os servirá para guardar los sitios en los que más setas habéis encontrado y poder volver más adelante al mismo punto.
En definitiva, basta con tener un poco de sentido común y hacer las cosas con respeto, algo que muchas veces parece haber perdido el ser humano.
Imagen de portada: Foto @70626035@N00, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0
Fotografía de Vegetación: Foto @arg0s, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0