El Fuego, elemento transmutador. Tan pronto crea la vida, como la destruye. El Sol, la máxima creación del elemento, es junto con la madre Tierra el binomio creador de la vida. Sin el calor y la luz del padre solar no estaríamos aquí. Sin embargo debe permanecer alejado de su creación para no arrasar con ella. El Fuego, elemento energético, creador, apasionado y arrollador, hace su llegada en verano, con el calor, con los largos y bochornosos días, aquellos que invitan a salir, festejar y vivir con alegría.
Simbología del Elemento Fuego
Tras la primavera, tras el elemento Aire, llega el verano con el elemento Fuego. Después de la inspiración, del pensamiento, de la planificación, llega el momento de la acción. El momento de poner todas nuestras energías en nuestro objetivo. De plasmar y dar forma a lo que hasta ahora vivía solamente en nuestra cabeza. De igual manera que una planta abre una flor en primavera como intención de que fructifique, y en verano el proyecto-flor se acaba transformando en la realidad del fruto, así debemos hacer uso del fuego.
El elemento Fuego es peligroso. Es un elemento transformador y alquímico, transmutador de plomo en oro. Pero es un elemento que puede llegar a quemar y a arrasar a todo lo que se le ponga por delante. La acción, meditada y sentida, se transformará en una realidad bajo la transmutación del fuego. Pero la acción impulsiva y desesperada, puede acabar convirtiéndose en un incendio.
Transmutar nuestra parte oscura con el Fuego para aflorar nuestra parte brillante tiene un trabajo previo y unas consecuencias. Para obtener el oro de nuestro interior debemos pasar por la fragua sagrada que también hará que afloren las impurezas, la escoria que veremos en el fondo del crisol. ¿Estamos preparados para hacer frente y ver nuestros residuos?
El Fuego es un elemento masculino, generador de energía, que nos ayuda a conectar con todo nuestro potencial. Con la llegada de su estación, el verano, los días se hacen largos y calurosos, luminosos, recordándonos que la naturaleza se encuentra en ese momento bajo los efectos del elemento fuego. El Sol calienta con fuerza la madre Tierra y las plantas nos obsequian con el regalo de su magia transmutadora, el fruto de su trabajo a lo largo de todo el año. La planta, que se protegió en invierno en forma de semilla bajo el elemento Tierra, nació en primavera y buscó la oportunidad esparciendo su polen con el elemento Aire, para ahora dar su fruto alimentado por el Fuego a través del Sol. Pero este coste energético pasará factura al final del verano, cuando probablemente la planta no sobrevivirá a tanta sequía, cayendo al suelo y aportando nutrientes durante el otoño a través del elemento Agua. Pero el ciclo está cerrado, pues nuevas semillas se podrán encontrar bajo el suelo del elemento Tierra.
El Sol vive su momento álgido. Calienta la Tierra con fuerza y permanece muchas horas sobre el horizonte. Pero todo se trata de un espejismo, puesto que sabe que, desde el preciso instante en que empieza el verano, también él va a ir decayendo. Los días se irán haciendo cada vez más cortos y empezará su regreso al inframundo. El momento más álgido es a la vez el momento más decadente, puesto que 1 segundo separa el crecimiento del decrecimiento. En un solo instante, lo que era el lado brillante, empezará a tornarse hacia el lado oscuro.
El trabajo con el elemento Fuego
Como muchas veces decimos, no siempre es posible mantener los biorritmos de los elementos en el momento en el que los vive la naturaleza. Pero es un trabajo interesante ver cómo ésta los transita y responde a ellos. ¿Qué ocurre con las plantas y los animales en verano? ¿Qué sensaciones tienes? ¿Qué colores predominan? ¿Cómo afecta el calor a todo lo que te rodea? De esta forma, cuando te llegue tu momento de Fuego, conocerás mejor el elemento.
El Fuego es acción, es trabajo, es vitalidad y alegría. Recapacita, eso sí, si lo que te está moviendo es un impulso momentáneo o si se trata de algo trabajado, para que puedas focalizar tus energías en aquellos proyectos que de verdad son parte de ti. Y sé consciente que tras un gran consumo de energía necesitarás descansar y renovar fuerzas, así que prevé ese momento con antelación.
Como herramienta del Elemento Fuego se pueden usar varias cosas, pero mi favorita es el báculo. También es muy habitual hacer presencia del elemento con velas, o una pequeña hoguera, ya que tenemos la oportunidad. De todas formas recuerda que en verano no debes hacer fuego en el campo, por lo que es mucho mejor usa, como te decía, un báculo.
El color del Fuego es el rojo, por lo que si queremos realizar un ritual con ella usaremos una vela de este color y la pondremos hacia el punto cardinal Sur en el altar o en la habitación.
Correspondencias
- Atributos: energía, fuerza, vitalidad, renacimiento
- Color: Rojo
- Punto cardinal: Sur
- Estación: Verano
- Energía: Masculina
- Herramientas: Báculo, velas
- Elementales: Salamandras, dragones, Djins, Fénix
4 comentarios
Interesante, me encantan tus artículos. Una pregunta, que es el báculo y como se usa?
Muchas gracias Emma. Para trabajar con los elementos se hace uso de herramientas. Cada elemento tiene sus propias herramientas asociadas. En este caso el elemento fuego tiene asociado como herramienta el báculo. El báculo es básicamente un bastón y se usa para invocar al elemento. También puedes usarlo para caminar y apoyarte en él 🙂
Muchas gracias!!
tu post me encanto, denota trabajo y empatía, gracias por el articulo