El Elemento Agua, el elemento sangre de la Tierra que fluye por sus venas, tiene tanto significado simbólico que es prácticamente imposible recogerlo en un artículo. El Agua, elemento que tiene sus propios ciclos y que puede transformarse a si mismo, también es el elemento alquímico que permitió la vida en la Tierra. Del Agua nacemos (no solo como seres vivos, sino como mamíferos, del líquido amniótico donde nos desarrollamos) y al Agua volveremos, pues el Agua está relacionado con la muerte y sus procesos de transformación, igual que el otoño al que pertenece.
La superficie de la Tierra está cubierta en un 70% de agua de su totalidad. El ser humano es un 60% – 65% agua. ¿Casualidad esta similitud de porcentajes? Pues tan casual como la similitud entre el ciclo femenino y el ciclo de la Luna.
Simbología del Elemento Agua
El Agua es el elemento del otoño. Su reinado empieza con el equinoccio de esta estación y termina en el Solsticio de Invierno. El Agua tiene, por tanto, todas las características de este momento, diría incluso que es el elemento que más se corresponde con su estación.
El Agua es un elemento femenino que, como en el ser humano, representa nuestra componente más profunda e introspectiva. El Reinado del Agua es un momento de reflexionar, meditar y buscar en nuestro interior. Por lo tanto es adecuado trabajar con este elemento cuando necesitemos buscar en nuestra Sombra o cuando veamos que tenemos algo que sanar. El Elemento Agua nos ayudará a buscar en lo más profundo de nosotros mismos.
El trabajo interior y la búsqueda en la Sombra implica navegar a través de nuestros miedos, nuestras sensaciones y por supuesto nuestro sentimientos. La pena, el dolor, los deseos, los anhelos, las envidias… todos ellos forman parte del Elemento Agua. El transitar los oscuros caminos de nuestras miserias a través del Agua aflorará nuestras carencias para que podamos aprender a trabajarlas.
El Agua tiene sus propios ciclos y no es estática, siempre está cambiando. Puede pasar de sólido a líquido y de líquido a estado gaseoso en cualquier momento. Es un elemento alquímico que representa la transformación que ocurre después de un trabajo interior. Por lo tanto, aprovecha este elemento cuando busques un proceso de transformación profundo y para los trabajos relacionados con ese camino interior. No es de extrañar que el Agua sea utilizada por muchas religiones en los rituales de iniciación de sus fieles, puesto que representa esa transformación que el nuevo creyente tiene que haber realizado para poder entrar en ella.
El elemento agua y los difuntos
El Agua, como punto cardinal, se sitúa en el mismo lugar que el otoño, en el Oeste. El Oeste era considerado por nuestros ancestros como el lugar a donde acuden los difuntos cuando mueren, siguiendo el camino que recorre el Sol cuando muere cada día. También daban credibilidad a lo contrario, al Este como lugar de donde surge la vida, por la similitud con la aparición del Sol cada mañana por allí. El Oeste, como punto cardinal y como destino de los difuntos, significa que el elemento Agua también es relacionado con ellos.
La mayoría de Deidades y seres mitológicos asociados con el Agua, suelen ser Deidades y seres asociados con la muerte. Las sirenas, sin ir más lejos, popularizadas por el cine como dóciles e bellas mujeres que vivían en el mar, en la mayoría de relatos mitológicos en realidad son seres que embelesaban a los marineros con su belleza para acabar asesinándolos. En muchas religiones, las Diosas relacionadas con el Agua son Diosas que durante el Reinado del Agua emprenden un desagradable y peligroso camino hacia las entrañas de la Tierra para acompañar al Dios difunto (casi siempre representado por el Sol, que día tras día va perdiendo fuerza) hasta que vuelva a renacer en el Solsticio de Invierno.
Lagos, fuentes y riachuelos eran lugares en donde, según la mitología, podías encontrar a las Diosas de la muerte. Éstas podrían aparecerse como una hermosa mujer que encandilaba a los hombres, convirtiéndose en una vieja arpía una vez lo había captado. Sin embargo en otras ocasiones era al revés y era el desagradable ser el que se aparecía a algún hombre pidiéndole un favor sexual o un beso y convirtiéndose en una bella mujer si este finalmente accedía.
No son menos conocidas son las historias de las Lavanderas del Vado, plañideras que podían ser encontradas en las orillas de los ríos lavando ropa ensangrentada antes de una gran batalla. Éstas vaticinaban la muerte del soldado que les preguntaba sobre lo que les ocurría, respondiendo que estaban lavando las ropas de él, después de morir.
El trabajo con el elemento agua
Ya hemos dicho para qué se usa el trabajo con el elemento Agua. La herramienta del Elemento Agua suele ser un caldero o algún cuenco en el que podamos almacenar un poco de ella. Intentemos trabajar siempre con herramientas que no estén fabricadas con elementos artificiales como plásticos y procuremos también recoger el Agua de algún lugar de la naturaleza, es decir, evitemos que sea agua del grifo.
El color del Agua es el azul, por lo que si queremos realizar un ritual con ella usaremos una vela de este color y la pondremos hacia el punto cardinal Oeste en el altar o en la habitación. También se utiliza mucho para representar en el Agua una vela encendida, sumergida en un cuenco con Agua.
Es habitual también hacer uso de Agua Lustral en los rituales, es decir, Agua en la que se ha apagado un tizón ardiendo extraído de una hoguera de sacrificio. Este agua suele usarse para asperjar, delimitar espacios sagrados y sacralizar espacios como por ejemplo el altar.
Correspondencias
- Atributos: sentimientos, introspección, trabajo interior, difuntos
- Color: Azul
- Punto cardinal: Oeste
- Estación: Otoño
- Energía: Femenina
- Herramientas: Caldero, copa, cuenco
- Elementales: ondinas, ninfas y sirenas