La evolución de MI PLANETA ha sido un poco como la de su autor. Podríamos decir que MI PLANETA es el reflejo de un camino de búsqueda que nació en mí de forma inesperada. Lo que al principio eran artículos que hablaban de un estilo de vida conformado por los estándares sociales (vacaciones, festividades, viajes e incluso un poco de crítica política), se han ido convirtiendo en artículos relacionados con la espiritualidad, el contacto con la Tierra y la búsqueda interior.
¿Qué me ha traído hasta este punto? Pues probablemente lo mismo que te ha traído a ti hasta este blog. O no, porque quizás llegaste de forma equivocada a alguno de los artículos pensando que la onda era otra muy diferente. Pero creo que es normal (y más habitual de lo que pensamos) que, llegada determinada edad o determinado evento, nos replanteemos TODAS nuestras creencias y en consecuencia nuestra vida.
Nacemos en un mundo en el que la imaginación y la creatividad son aniquiladas en el colegio, por la consecución de hitos y méritos académicos. Estudiamos una carrera convencidos de que el objetivo de la vida es encontrar un buen trabajo con el que ganar dinero para poder comprar una casa, un coche y un montón de cosas con las que obtener algo de efímera felicidad. Tenemos hijos pensando en que «es lo que hay que hacer«, incluso hay quien dice que «alguien tiene que pagar las pensiones«. Y entonces llegas a los cuarenta, con carrera, casa, coche, cosas, niños… y también con un profundo vacío, pensando ¿Y ahora qué? ¿Quién ha montado este tinglado social del que he sido partícipe, hasta ahora, sin siquiera darme cuenta?
Probablemente a tu alrededor no encuentres muchos compañeros de camino con quien compartir esta sensación ni tampoco mucha comprensión. La mayoría de tus vecinos están tan dormidos que no lograrán despertar nunca. Creerán hasta el último de sus días que la realidad es solamente aquella que pueden palpar. Otras personas (la minoría) no tienen ni la necesidad de plantearse nada de esto, han sabido despertar a la vida sin necesidad de pasar por una crisis, trabajando su interior de forma natural. Y otros, como nosotros, en un momento dado se nos dispara un detonador que hace volar todo por los aires y nos lleva a emprender un camino para salir de esta farsa, por lo menos salir todo lo que podamos en el tiempo físico que se nos otorga en la Tierra.
El inicio del camino
Ya has hecho la parte más difícil del recorrido, que es darte cuenta de que algo no anda bien en tu vida y que sientes la necesidad de cambiarlo. A partir de ahora lo que toca es trabajar.
Hay muchas formas de dar luz a tu oscuridad, muchos caminos igual de válidos. Unos son más rápidos, otros dan más rodeos, pero solamente algunos son válidos para ti, solamente tienes que saber encontrar cuál es el tuyo. ¿Y de que se trata? ¿De qué va este recorrido? Bueno, hay muchas cosas que vas a tener que trabajar y que hasta ahora ni siquiera te habías planteado.
Para empezar, vas a tener que desaprender todo lo que te han enseñado hasta ahora y que te ha llevado a donde estás. Y desaprender significa que muchos de los clichés sociales deben dejar de tener sentido para ti. Pero claro, para los demás seguirán siendo válidos y te tocará enfrentarte a sus consejos y opiniones. Y créeme cuando te digo que opinarán. Lo único que tienes que tener siempre presente es que esos consejos están articulados desde el mundo material y superficial que ahora mismo quieres abandonar.
Para continuar, como si no fuera poco el punto anterior, vas a tener que bucear en tu interior en busca de tus sombras. Vas a ir a buscar tu mierda. Aquello que no te gusta de ti y aquello que todavía no sabes que no te gusta de ti. Todo eso está asociado a cosas que han ocurrido a lo largo de tu vida y que te han provocado heridas que has hundido en lo más profundo de tu ser. No es fácil aceptar lo que realmente somos. Y mucho más difícil es perdonarnos por ello y aceptarlo como una oportunidad de crecimiento.
Vas a tener que trabajar con el ego, ese personajillo que te has creado para poder tratar con los demás de tú a tú ahí fuera, en la jungla social. El ego va a tener que dejar de ser la estrella de la fiesta para convertirse en un invitado.
Y por último, aunque no menos importante, para mantener a raya tu ego, iluminar tu sombra y desaprender del mundo, y así poder aprender de tu esencia, vas a tener que empezar a conectar con lo que verdaderamente eres. A lo que aparece al sumergirnos en nuestra verdadera esencia se le ha dado muchos nombres (te dejo que elijas el que más te guste), pero la mayoría de religiones y prácticas espirituales la reconocen como el verdadero objetivo de tu búsqueda. Conectar con esa esencia te permitirá cambiar el foco del exterior a tu interior. Y todo aquello del mundo material que no te satisfacía, dejará de tener peso en tu vida porque tu equilibrio interior será el artífice de la alquimia que transformará tu forma de ver y creer en las cosas.
Este proceso no puede ser escrito en un libro de recetas que puedas seguir al pie de la letra. Es un proceso interior que solamente puede ser vivido. MI PLANETA solamente te da algunas pistas, artículo tras artículo, de experiencias personales de buscadores que, como tú, han decidido empezar a abandonar el letargo en el que nos encontramos sumidos para emprender el viaje hacia el sentido de la vida.